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domingo, 7 de abril de 2019
YO, JOSEFINA DE LA TORRE
Nací en Las Palmas en 1907. Fui poeta, cantante, guionista y actriz. Desde pequeña me vi conectada con el ámbito intelectual; gracias a mi hermano Claudio de la Torre, que organizaba sesiones de teatro en familia, comencé a participar en la representación de obras de autores modernos de una forma absolutamente apasionada. En mis años de juventud viajé a Madrid para estudiar y fue así como contacté con el arte vanguardista, conociendo a importantes poetas de la Generación del 27. Empecé también a realizar doblajes y a trabajar como actriz; cabe mencionar que durante mucho tiempo fui la voz que dobló a Marlene Dietrich y otras importantes actrices. En mi obra puede notarse una fuerte tradición por lo moderno enmarcado en un contexto insular y una gran admiración por la naturaleza; además, mi voz es absolutamente clara y profunda, capaz de llevarte a la reflexión. Algunos de mis títulos más conocidos son Poemas de la isla, Marzo incompleto y Medida del tiempo.
sábado, 6 de abril de 2019
MIS POEMAS
Yo noté al levantarme que el día era sombrío; sentí una gran tristeza dentro del pecho mío. Presentí, entonces, algo, Y mi hermana me dijo: —¿Sabes, hermana, sabes? Se ha muerto don Benito. ¡Don Benito! Aquel viejo que estaba cieguito, aquel que me gustaba porque me daba el cariño. —Hermana, hermana, hermana, ¿ha muerto don Benito? Todos, todos, lloraban, todos, todos, los míos. Y hasta mi pluma ahora al escribir, sin ruido, es como si callara: ¡Ya murió don Benito!
Sobre la superficie del mar encandilado de las seis de la tarde, saltan algunos peces que dejan sobre el agua, al caer, una onda. Así, a trechos, bordado el mar por esta aguja parece que sonríe: sonrisas que se ensanchan y cierran lentamente; sonreír de la orilla, encaje de la falda azul y transparente.Pero no me dejes sola. Dime palabras y ritmos y gestos para el alcance y voces acompasadas. Pero no me dejes sola. No es presencia ni vaivén ni caminito seguro ni ruedecitas del aire ni luz, ni sol, ni mañana. Es un presente, constante, aquí, cerca, más, despierto, vivo, alerta, repetido, único instinto posible. Dime tu palabra intacta de luz repetida y libre. Pero no me dejes sola.
martes, 2 de abril de 2019
CONCHA MÉNDEZ
Nací en Madrid en 1898. Siendo muy joven comienzo a escribir poesía.Veraneando en San Sebastián, con 19 años, conozco a Luis Buñuel, y, durante cinco años, seremos novios. Ese noviazgo, y la amistad con Alberti y Lorca,me unirán al grupo del 27.Viajé por varios países, destacando Inglaterra y Argentina. Conocí a Manuel Altolaguirre en 1931, un año más tarde nos casamos y vivimos, de 1933 a 1935, en Londres, donde nació mi hija Paloma.Junto con mi marido ayudé a la difusión de la obra del grupo del 27, editando colecciones de poesías y revistas como Poesía, Héroe, 1616, y Caballo verde para la poesía. Nos exiliamos tras la guerra civil a Paris, y La Habana, aquí hasta 1943. Un año después llegamos a México donde nos separamos.Regresé a Madrid en 1966. Seguí residiendo en México hasta mi fallecimiento en 1985.
lunes, 1 de abril de 2019
MIS MÁS PRECIADOS POEMAS
Ancho es el mar; él ha de separamos...
Ancho es el mar; él ha de separamos;
quedarán nuestras almas enlazadas.
Como un último retrato, en nuestros ojos
impresas lucirán nuestras miradas.
El barco en que he de ir está en el puerto;
a éste seguirá otro en que tú vayas.
Te esperarán mis brazos, no se en dónde...
tal vez en algún puerto... en una playa..!
De qué trigal malherido...
¿De qué trigal malherido
te fueron a levantar,
mi pobre ángel caído?
¿Acaso era tu destino
ir tan lejos a acabarte
y por eso tanta prisa
tenías cuando marchaste?
¿Era la cita en Castilla
y esa noche castellana
para acogerte en sus brazos
a esa hora te esperaba?
¡Qué ajena estaba mi vida
a que tu vida marchaba
en un viaje de ida
sin más vuelta ni más nada!...
Eran verdes como un mar...
Eran verdes como un mar,
con reflejos de alto cielo.
-¡Qué bien sabían mirar!-
unos ojos que recuerdo.
En la penumbra lucían
con una luz de misterio,
como dos claros abismos
abiertos a mil deseos.
Muchas horas tuve cerca
los ojos verdes aquellos,
que implorantes me miraban
¡y yo hacia por no verlos!
Y hoy que mirarlos quisiera,
están tan lejos..., ¡tan lejos!
Ven a mí que vas herido...
Ven a mí que vas herido
que en este lecho de sueños
podrás descansar conmigo.
Ven, que ya es la media noche
y no hay reloj del olvido
que sus campanadas vierta
en mi pecho dolorido.
Ancho es el mar; él ha de separamos;
quedarán nuestras almas enlazadas.
Como un último retrato, en nuestros ojos
impresas lucirán nuestras miradas.
El barco en que he de ir está en el puerto;
a éste seguirá otro en que tú vayas.
Te esperarán mis brazos, no se en dónde...
tal vez en algún puerto... en una playa..!
De qué trigal malherido...
¿De qué trigal malherido
te fueron a levantar,
mi pobre ángel caído?
¿Acaso era tu destino
ir tan lejos a acabarte
y por eso tanta prisa
tenías cuando marchaste?
¿Era la cita en Castilla
y esa noche castellana
para acogerte en sus brazos
a esa hora te esperaba?
¡Qué ajena estaba mi vida
a que tu vida marchaba
en un viaje de ida
sin más vuelta ni más nada!...
Eran verdes como un mar...
Eran verdes como un mar,
con reflejos de alto cielo.
-¡Qué bien sabían mirar!-
unos ojos que recuerdo.
En la penumbra lucían
con una luz de misterio,
como dos claros abismos
abiertos a mil deseos.
Muchas horas tuve cerca
los ojos verdes aquellos,
que implorantes me miraban
¡y yo hacia por no verlos!
Y hoy que mirarlos quisiera,
están tan lejos..., ¡tan lejos!
Ven a mí que vas herido...
Ven a mí que vas herido
que en este lecho de sueños
podrás descansar conmigo.
Ven, que ya es la media noche
y no hay reloj del olvido
que sus campanadas vierta
en mi pecho dolorido.
lunes, 11 de marzo de 2019
CARACTERISTICAS
Las artistas españolas del 27 reivindicaron su papel intelectual no solo sobre su propia figura, sino sobre la vida cultural que las rodeaba. Así, es fácil seguir la pista de muchas ellas en publicaciones de la época, haciendo reseñas sobre libros, opinando sobre arquitectura y formando parte de una ajetreada agenda social.
Reflexionaron, además, sobre la iconografía propia de la feminidad. Este detalle puede comprobarse incluso a la hora de denominarse. Empiezan a imponerse fórmulas como “autora”, “escritora”, “pintora”...
El trazo más relevante es, sin duda, la introducción de un perfil femenino consecuente a su realidad en sus obras. La mujer se convierte en un personaje pictórico y literario fuerte, emancipado, que lucha contra su destino. Se representan grupos de mujeres con un look moderno, fumando o en actitud intelectual. Las personalidades son fuertes e independientes y hacen suyo un espacio que, hasta el momento, solo estaba permitido a los hombres.
COMPONENTES
https://es.wikipedia.org/wiki/Las_Sinsombrero
Con el término Generación del 27 se conoce al que seguramente es el grupo de literatos y artistas más influyentes y conocidos de la cultura española. Su legado es ampliamente conocido pero ¿acaso no había mujeres? Nada más lejos de la realidad.
Con el término Generación del 27 se conoce al que seguramente es el grupo de literatos y artistas más influyentes y conocidos de la cultura española. Su legado es ampliamente conocido pero ¿acaso no había mujeres? Nada más lejos de la realidad.
Dentro del Grupo del 27 existieron, crearon y triunfaron una generación de mujeres pintoras, poetas, novelistas, ilustradoras, escultoras y pensadoras, de inmenso talento que no sólo gozaron en su tiempo de éxito nacional e internacional.
Y ellas son las que se encuentran dentro del grupo de las sinsombrero: Concha Méndez, Marga Gil, Josefina de la Torre, Maruja Mallo, Rosa Chacel, Ernestina de Champourcín, María Teresa León..
martes, 5 de marzo de 2019
HISTORIA DE LAS SINSOMBRERO
https://www.lassinsombrero.com/ellas
Las Sinsombrero es el nombre por el que son conocidas un grupo de mujeres pensadoras y artistas españolas pertenecientes a la generación del 27 nacidas entre 1898 y 1914. El nombre responde al gesto de quitarse el sombrero en público que protagonizaron Maruja Mallo, Margarita Manso, Salvador Dalí y Federico García Lorca en la Puerta del Sol. "Nos apedrearon llamándonos de todo", relata la misma Mallo en unas grabaciones tras volver del exilio.1
Madrid fue la ciudad donde la gran mayoría de ellas residieron, estudiaron y desarrollaron su actividad artística. Abiertas a nuevos conceptos de modernidad y a las corrientes de vanguardia que provenían de Europa, fueron también las recuperadoras de la tradición popular. Profundamente comprometidas con su tiempo y su realidad social, su actitud fue rompedora y abierta, transformando el panorama cultural y artístico de una España convulsa.
Sus aportaciones están todavía poco estudiadas y, en su gran mayoría, han quedado al margen de las antologías y los manuales de arte y literatura hasta nuestros días, aunque desarrollaron una actividad constante y destacada en campos tan variados como la escritura, la pintura, la escultura, la ilustración o la filosofía.
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